Central Lanera

Llamas de guarda - Acuerdo Parque Lecocq y Central Lanera Uruguaya

08/07/2015

Productores de CLU podrán acceder al servicio exclusivo de llamas de guarda.

Las llamas del Parque Lecocq se amontonan en las jaulas. Con 25 ejemplares, entre machos y hembras, los costos de cuidado y alimentación son altos y el propósito de conservación y estudio –con una población que supera el doble del ideal– se volvió complicado de manejar. Es por eso que algunas de ellas dejarán su actual grupo para pasar a manos de productores particulares, y cuidar ovejas.

El traspaso es parte de un convenio que la Intendencia de Montevideo (IMM) firmó con Central Lanera del Uruguay (CLU) en junio de 2014, por el que la comuna se comprometió a vender a productores seleccionados por esa organización exclusivamente el excedente de llamas de la raza glama. Actualmente en el Parque Lecocq hay una superpoblación de 14 llamas macho, dijo a El Observador el director de Sistema de Zoológicos de Montevideo, Eduardo Rabelino. La primera que dejará la institución, según una resolución de la IMM a la que accedió El Observador, fue comprada por US$ 800. Al precio acordado con los productores, y de venderlas todas, el Parque Lecocq podría llegar a incrementar su caja en US$ 11.200.

El dinero recaudado será utilizado en arreglos de infraestructura en el Parque Lecocq, dijo Rabelino, como la reparación de corrales y la compra de herramientas. Además, se necesitan fondos para terminar con las obras de bacheo en la caminería lo que insumiría un costo de unos $ 2 millones.

La superpoblación, aseguró por otra parte el director del Sistema de Zoológicos, no permite que se cumpla con los objetivos de cuidado de la especie y reproducción. Los lugares disponibles tampoco son suficientes para hacer un buen cuidado y el excedente implica además gastos innecesarios en alimentación, medicamentos, y personal veterinario para el cuidado.

Como excedente para estas ventas, según el acuerdo entre la IMM y Central Lanera, se tomarán en cuenta las llamas macho que no estén destinadas al canje como forma de ingreso de nuevas especies al Sistema de Zoológicos y “hembras que hayan cumplido su etapa reproductiva”, que tengan la autorización correspondiente. El productor, por su parte, deberá presentar un informe anual con los resultados.

La utilidad de la llama

Las llamas convivirán con los rebaños de ovejas y serán utilizadas por los productores para ahuyentar a predadores, aseguró a El Observador el gerente de Central Lanera, Diego Saavedra,

“La llama lo que hace es pasar a vivir con las ovejas y se convierte en una oveja más”, explicó Saavedra. Convive, duerme y se alimenta como el resto de las ovejas pero, ante la presencia de un extraño que detecta como amenaza, la llama se pone en medio y lo enfrenta. Patean, corren, y ponen en alerta al rebaño.

Su altura, de unos dos metros, ayuda a su vez a atemorizar al atacante: jabalíes o perros sueltos, y lo persuade de agredir al rebaño. Además, a diferencia de otros animales que se usan con ese propósito, como los perros maremma –importados desde Europa por el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria–, no necesita ningún cuidado adicional y tampoco de un período de adaptación. Sin embargo, no se utiliza por la dificultad de acceso a la especie, dijo Saavedra.

Para que el cuidado sea bueno, explicaron en Central Lanera, se necesita de una llama por potrero, y si hay más de uno, debería estar donde están los corderos


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